Levantar la Tapa: Hall of Fame 2016

Justo un año después de la primera encarnación del Hall of Fame, publicado en Rockrítico primero y transladado aquí hace unas semanas (este es su verdadero hogar después de todo), volvemos para introducir a los 10 afortunados del presente año.

El proceso de selección fue divertido, violento y agitado. Tras una preselección que se hizo eterna, nos quedamos con 35 finalistas, que fueron eliminados uno a uno por los colaboradores de este blog y unos pocos elegidos que frecuentan el streaming de forma habitual. Son las personas más capaces que conozco.

La eliminación tenía una pequeña trampa, y es que cada uno de los participantes tenía la posibilidad, sólo una vez, de vetar la decisión de otra persona de eliminar a un nominado, lo cual provocó verdaderos momentos de tensión y odio que amenazaron con romper algunas amistades.

Dos intentos tuvieron lugar: el primero, con algunas personas menos, fue una batalla campal de desilusión y vendettas personales que no dejó satisfecho a nadie. Al segundo acudieron un número enorme de personas (8 o 9, que es sin duda tremendo para lo que estamos acostumbrados), y triunfó el pánico a los vetos. Sin embargo, la reacción general fue de mayor felicidad con respecto al resultado. Sin más dilación, es el momento de presentar a los vencedores.

Álvaro Clemente

Álvaro Clemente es una inspiración para todos nosotros. Este señor venezolano, con una prodigiosa voz de 10 octavas, se convirtió rápidamente en uno de mis favoritos de todo el concurso, gracias a su habilidad camaleónica de hacer suyas canciones de prácticamente cualquier artista habido y por haber. Su innegable pasión conquistó los corazones de los televidentes, que le permitieron llegar al top 10. Es como un abuelo para todos nosotros.

Da igual si intenta emular a Rammstein o System of a Down, haciendo las delicias de pseudo-jeviatas de medio pelo, o abraza el mainstream con Justin Bieber o Adele. También son dignos de mención sus leales fans, que inundan sus vídeos con muestras de afecto, con comentarios como "Me llega al alma todo lo que sale de sus cuerdas vocales", "La verdad es que me encantó", o "Close your channel, dick face".

Blood of the Black Owl

Blood of the Black Owl da la sensación de ser un grupo de música de estos que se ocultan detrás de máscaras ceremoniales, y que sacrifican ovejas a dioses arcanos. Por supuesto, esa imagen de arriba, con un hombre de aspecto nórdico y trencitas no hace más que confirmar tales sospechas. Intuyo que éste es Chet Scott, líder y también único integrante de la banda de Seattle.

Uno podría pensar que un proyecto de funeral doom metal y dark ambient no tiene cabida en un Hall of Fame como este. Ese uno podría ser yo mismo. Pero claramente el resto no pensó lo mismo, sus mentes absortas en el ritual de invocación que es "Caller of Spirits". Sus hogares invadidos por presencias malignas, no tuvieron más remedio que rendirse al laygoos. Huid mientras podáis, insensatos.

El Canto del Loco

Las mismas voces que defendían a los chamanes anteriores se oponían vehementemente a la inclusion de ECDL, por motivos que probablemente tengan que ver con el flop. Lo cierto es que Dani Martín ha estado presente en momentos importantes de mi vida, como mi primer concierto, el día que fui a ver a McCartney y pasó delante de mí, o aquella vez que contemplé el suicidio. 

Obli es el mayor defensor de la banda de Algete, un verdadero connoisseur de su trayectoria. Puede ser que nada volverá a ser como antes, y que los besos sean ahora un millón de cicatrices, pero seguiremos a contracorriente para volver a disfrutar. Zapatillas.

David Hasselhoff

El Hoff ha tocado todos los palos de la industria del entretenimiento, pero será recordado como el sex symbol masculino que dio vida a Michael Knight y a Mitch Buchanan en El Coche Fantástico y Los Vigilantes de la Playa, respectivamente. Sin embargo, si bien menos exitosa, su carrera musical dio sus frutos: no en vano se dice que el muro de Berlín cayó en gran parte gracias a él.

Quizá la primera vez que encandiló el imaginario colectivo fue con su espectacular vídeo de "Hooked on a Feeling", una genialidad del chroma que no fue igualada hasta la aparición de Mark Gormley, o Leticia Sabater. Pero sin duda el motivo número uno de su presencia aquí sea "True Survivor", un temazo increíble fuera de toda coña que sirvió como banda sonora al cortometraje "Kung Fury", que va de nazis y ninjas. Muy aburrido todo.

Dudu x CharfleX, también conocidos como Los Burlaos

Éste ha sido el año de los Burlaos. Pasamos de ver como Dudu, más conocido como el hijo de Juan Cuesta/Enrique Pastor en Aquí no hay quien viva/La que se avecina, era consumido por una vida de cogorzas y hachís a convertirlo en una especie de mártir de la televisión, hasta que finalmente lo colocamos en el pedestal máximo de auténtico profeta de los tiempos que corren, que es donde merece estar.

Por supuesto, no podemos olvidarnos de CharfleX, que es en muchos casos el alma de las canciones y el líder del dúo, pese a tener a una cara conocida al lado. Desde su primera aparición en nuestras vidas, cada canción ha sido un momento de "paren las rotativas". Tenemos "2016", que nos hizo tomar en serio a la pareja, e incluso hemos sido fieles a sus intentos de éxito por separado, como el "Crap" de CharfleX. No hay duda de que, salvo tragedia, tenemos Burlaos para rato, y eso es una gran noticia.

Flos Mariae

Las hermanas Bellido Durán irrumpieron en nuestra vida como una loncha de q... de acuerdo, eso está muy visto ya. Este arcoiris católico es lo mejor que le ha pasado a la música nefasta en la historia, entre otras cosas por su encomiable empeño y regularidad. Regularidad que va a decaer próximamente: han decidido parar el carro un poco y sacar una nueva canción cada dos meses, presentándonos un calendario de publicación que llega hasta 2018, como si fueran las películas del universo Marvel. Absolutamente genial.

Quizá en algún momento decida hacer una serie criticando todas y cada una de las canciones que las Flos hayan parido, tal es mi absoluta pasión por este conjunto musical. Es imposible que dejen a alguien indiferente, y las reacciones varían desde el odio irracional hasta la obsesión malsana. Algún día se venderán vinilos con sus grandes éxitos por miles de euros.

Joan de Son Rapinya

La historia de Joan de Son Rapinya, este showman mallorquín, es inusual, puesto que pese a su más que merecida inclusión no estuvo en nuestro radar hasta que hizo su esperadísimo regreso a la música, y por todo lo alto, con "Lo vamos a petar", canción oficial del verano 2016. Ver a un ídolo friki pasar de la pésima calidad de sus primeros vídeos al full HD más fulgurante ha sido prácticamente un sueño hecho realidad.

Sin embargo, no olvidemos sus muy prometedores inicios, cantando a animales extraños como "La cobra taka-taka", o "El gallo de Kentucky". Su estilo personal e intransferible es imposible de confundir, y esperemos que nos siga dando sorpresas en el futuro.

Ríos de Gloria

Ríos de Gloria es el cruce de caminos entre Camela y Mónica Naranjo que no sabíamos que deseábamos. Su electropop poligonero es un rotundo éxito todas y cada una de las veces que suena. Como muchos grupos de los noventa, se disolvieron de manera cuestionable y volvieron a aparecer de manera multiplicada, con cada uno de los integrantes originales sustituyendo al otro. Ninguno de los dos nuevos conjuntos tuvo éxito alguno.

Pero "El deseo es un volcán" es el himno no oficial de los streamings. Tiene una capacidad totalmente única de levantar el ambiente, y más aún combinado con ese vídeo tan sensual y voluptuoso. Es cierto que han llegado aquí sobre los hombros de esa canción solamente, pero qué canción. "Y ya no puedo paraaaaaaaaaar..."

Takeo Ischi

De las laderas del Fujiyama a los Alpes suizos, este canoso y adorable japonés nos ha provocado millones de sonrisas. Responsable de unificar las culturas teutona y japonesa tanto o más que Heidi, los caramelos Ricola y Benito Mussolini, su canto tirolés es sin duda envidiable. Takeo Ischi es simplemente muy achuchable, y más si hace su maravilloso baile del pollo.

"New Bibi Hendl" es el título de la canción que lo catapultó a la fama, y pese a haberla escuchado mil veces, ese título se me seguirá olvidando. No hay nada más novelty que mezclar gallinas con yo-le-le-i-jus, y como es imposible verlo sin esbozar alegría en nuestros rostros, es una inclusión más que merecida.

Tito MC

El Tito lo ha sido prácticamente todo para nosotros, y es vergonzoso que no estuviera incluido en la primera edición. Su verborrea reivindicativa se adelantó a su tiempo, y es imposible no recordar algunas de sus frases más famosas: "el que te focka, el que te parte la boca", "la inteligencia se mide con la mente", "si no hay contrato, no hay garantía", "sufro ataques de apoplejia", y muchas otras.

"La raza" manda, y en Sevilla City tienen que estar muy orgullosos de él. Representando la ciudad de la Giralda como ElAdri representa Valencia, Tito MC afirma con la confianza y seguridad de los mejores MCs del universo que su rap llega al cielo, y desde Levantar la Tapa no tenemos ninguna intención de negarlo.

Por último, antes de cerrar, se ha inaugurado una nueva categoría para personas que no generan música per se, pero cuya participación en la creación de sonidos horripilantes es absolutamente crucial. Por ello, y para acabar, queremos incluir en el Hall of Fame de Levantar la Tapa a...

Alejandro Abad

Es cierto que Alejandro Abad es un cantante y compositor, y de hecho participó en Eurovisión por España en 1994 con "Ella no es ella". Pero es su carrera fuera de los escenarios la que le hace digno merecedor del galardón que le entregamos aquí. 

Es la mente pensante detrás de la carrera de David Civera, el productor y compositor de sus éxitos. Escribió también para La Fiesta, tanto "Toma vitamina" como la increíble "Canción del velero". Fue responsable de una de las canciones de Operación Triunfo que todos recordamos, "a tu lado me siento seguro", más conocida como "Mi música es tu voz". Colaborador de grandes como Raúl, Lorena o la mismísima Paulina Rubio, su currículum es increíble. Como estandarte de un género olvidado, la canción de hotel, que espero que vuelva pronto a invadir las radios, no tiene parangón. Un hurra por él.